La Asamblea Nacional aprobó, el 15 de mayo pasado, la Ley de Apoyo Humanitario, sin las contribuciones económicas propuestas inicialmente que agudizaban el problema de iliquidez por la que atraviesa el sector productivo ecuatoriano, incluido el camaronero.
El jueves 14 de mayo, el Presidente Lenín Moreno dispuso a su bloque de asambleístas el retiro de los articulados sobre contribuciones de ciudadanos y de las empresas para que la Asamblea apruebe el Proyecto de Ley que el Ejecutivo había propuesto; al día siguiente, tras una intensa jornada, el Legislativo aprobó el Proyecto de Ley con 74 votos a favor de entre 137 asambleístas presentes. Una vez recibido el texto con la normativa aprobada, el Ejecutivo tendrá 30 días para presentar el veto Presidencial que deberá acogerse total o parcialmente en la Asamblea, luego de lo cual, se tendrá el texto definitivo que se enviará a su publicación en el Registro Oficial.
«Ley humanitaria aprobada con cambios sustanciales que evitan impacto negativo a sector productivo y empleo. De rescatar que escuchar y corregir, en favor de la gente, siempre le hace bien al país» indicó José Antonio Camposano, Presidente Ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura.
La Cámara Nacional de Acuacultura y demás gremios camaroneros, en representación del sector acuícola, ejercieron el derecho al reclamo público y junto con otros sectores, cámaras, asociaciones y cooperativas se planteó, en 3 ruedas de prensa, y una intensa gira de medios la problemática, argumentándose las nefastas consecuencias de aprobarse más impuestos. Las observaciones del sector fueron también presentadas ante la Comisión del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa, que trató la mencionada normativa.
Finalmente, se logró que el Proyecto de Ley fuera aprobado con estos cambios sustanciales; sin embargo, la CNA insistirá en la necesidad de promover la competitividad del sector camaronero, que está siendo muy golpeado por la crisis en todos los eslabones de la cadena.
La ruptura de la cadena de pagos a nivel mundial es uno de los primeros efectos de la crisis que golpea a los exportadores de banano, atún, cacao y camarón; sectores que representan el 70% de las exportaciones no petroleras del Ecuador, según cifras del Banco Central.
Pese a que las exportaciones no se han detenido, se ha desacelerado la colocación de productos ecuatorianos en los destinos de exportación más golpeados por la pandemia y que han aplicado estrictas medidas de confinamiento; se estima que por crisis de COVID-19 Ecuador perdería hasta 100 millones de dólares mensuales en exportaciones.
Según los representantes de estos sectores de exportación, hasta el momento no se registran despidos, pese a que están trabajando al 40 ó 50% de su capacidad por la cuarentena, lo que repercute en la producción y las ventas.
El sector acuícola, a pesar de las dificultades, siguen sosteniendo los 261,000 empleos directos e indirectos, e incluso han contratado personal eventual para que cubra las labores de quienes deben guardar descanso para recuperar su salud, con el fin de cuidar su puesto de trabajo para cuando se reintegren.